La reciente lectura del artículo “Programado para caducar” me lleva a reflexionar sobre la gestión de recursos en nuestro mercado de termógrafos. Tiene una cierta relevancia porque se envían cientos de miles de dataloggers de temperatura todos los años (en contenedores de alimentos, productos sensibles como la sangre o medicinas) pero, desgraciadamente, muchos sólo se usan una vez. Digo desgraciadamente, porque esta práctica supone un incremento constante de residuos electrónicos fatales para el medio ambiente.
Es indudable que hay tránsitos en los que es aparentemente inviable recuperar un datalogger, ya que el coste económico parece que no puede compensarse. Pero en todo caso apunto dos ideas:
- Existe un coste social difícil de medir en forma de contaminación y agotamiento de recursos. Todos somos responsables de tratar de compensar esos costes, desde el fabricante (con unos buenos programas de reutilización) hasta los usuarios (gestionando por ejemplo un buen reciclado). Por es indudable que los componentes electrónicos, las baterías, las carcasas plásticas… generan un impacto negativo.
- La reutilización puede generar un claro beneficio económico. Imaginemos un dispositivo de un solo uso, con un coste de compra de USD 20; y uno multiuso, con un coste de USD 40 (la memoria es mayor, igual que la batería u otros componentes). Sólo con utilizar dos veces un dispositivo estamos empatando en costes, pero en cuanto podamos recuperarlos varias veces, el coste por uso se reducirá drásticamente.
¿No son dos buenas razones para, por lo menos, hacer unos números?
De todos modos, en ningún caso quiero simplificar una problemática que debemos afrontar entre todos. Hay normas europeas en sectores concretos que requieren la calibración periódica de dispositivos, y muchas veces el coste de esa calibración es superior al coste del termoregistrador. También hay problemas arancelarios e incluso medioambientales para la recuperación de dispositivos ya usados. Finalmente, la logística inversa necesaria no es sencilla, especialmente para empresas de tamaño pequeño.
En Coollogger apostamos por estas ideas, y estamos abiertos a cualquier tipo de colaboración o planteamiento en este sentido. Ya hemos empezado a ofrecer a clientes el pago por uso de dispositivos reutilizables, y estamos preparando un programa de reciclado a gran escala.
Me gustaría continuar con este debate en el que todos, usuarios, fabricantes y gobiernos deberíamos ir aportando ideas para ser más eficientes en lo económico, pero también en lo medioambiental. ¡Cuéntame por favor cuál es tu opinión!
Hola, trabajo en una importadora de fruta en francia donde hay cajas llenas de termógrafos que llegan en los contenedores, sabes si se pueden reciclar ?