El pasado 27 de diciembre, Coollogger participo en el programa “Vizcaya Territorio Start Up”, un programa de Cope Euskadi que entrevista a empresas emprendedoras con el objetivo de crear nuevos proyectos, innovar e internacionalizarse.
Entre muchas empresas emergentes, pudimos contar un poco más sobre nuestro sistema de monitorización de la cadena de frío y como ayudamos a controlar los parámetros ambientales (temperatura, humedad, luz) de productos perecederos como fruta, carne, pescado, medicamentos…
Os dejamos un pequeño resumen de las principales preguntas que nos plantearon:
» ¿Existía ya este tipo de solución en el mercado?
Existen una gran variedad de métodos. Desde los más tradicionales, como el cubito de hielo, que consiste en dejar un cubito de hielo en la nevera. Si cuando volvemos se ha derretido, significará que la temperatura ha subido y se ha roto la cada de frío. Hasta métodos muy sofisticados vía satélite.
Desde Coollogger, hemos cogido un concepto que ya existía y lo hemos adaptado a una nueva realidad, donde todo gira alrededor del poder de la información. Además del servicio de monitorización, ofrecemos una base de datos en la nube y un sistema de economía circular para reutilizar/recuperar los dispositivos y reducir las pérdidas de nuestros clientes, así como reducir el impacto medioambiental.
Aplicar un concepto tan conocido como la reutilización a nuestro sector es algo disruptivo.
Habláis de un servicio de datos en la nube ¿Esto podría suponer un problema de confidencialidad?
Es nuestro reto inmediato y en el que estamos trabajando. Gracias a la plataforma en la nube podemos garantizar que los datos no son alterados y esto apoya la seguridad de la cadena de frío. Estamos trabajando en una patente para dar mayor transparencia a la cadena de frío.
¿Trabajáis con otras empresas vascas?
Coollogger nace de nuestra experiencia en otra de nuestras empresas, Ozeano, centrada en la conservación de frutas y verduras durante su transporte.
Euskadi es un territorio poco frutero, que como comentaba es el sector del que venimos, pero nos vamos abriendo a otros segmentos como el pescado, las farmacias y así multiplicando el trabajo con empresas de aquí.
¿Cómo empezó el proyecto?
Empezamos 2 personas y en 3 años hemos crecido hasta ser un equipo de 6 personas con vocación internacional que nos complementamos. Fue mucho más fácil empezar en Vizcaya por el apoyo, tanto en el fondo como en la forma, de la Diputación. Además del tejido empresarial como de la Diputación. «